Indócil Destino
Tan ardiente que quemaba a cualquiera que se le acercaba sin embargo el nunca espero chocar con el iceberg más bonito que seguramente conocería
Tan ardiente que quemaba a cualquiera que se le acercaba sin embargo el nunca espero chocar con el iceberg más bonito que seguramente conocería
Entonces, me hallé en lo dulce de tus labios para luego perderme en el fuego de tu mirada; me dije no hay manera de que no me encuentre irrevocablemente enamorado tu persona, sin embargo tú decidiste hacerme rogar por tan solo un beso muy sustancioso tuyo
Somos una zarza ardiente que no para de quemarse, pronto estaremos hechos cenizas pero ¿no es de la cenizas que renace el fénix? Libro uno de la serie Destinos Cruzados