La primera vez que se encontraron prácticamente ni se miraron a la cara, pero hubo más veces, y poco a poco encontraron la forma no solo de mirarse, sino de conseguir ver más allá.

Natalia Lacunza siempre ha vivido al margen de cualquier responsabilidad que involucrase a cualquier persona que no fuese ella misma y tampoco da oportunidades a nadie para no tener que cargar con ciertos sentimientos en su vida. No sabe lo que es enamorarse y tampoco lo quiere saber. Apasionada de la música y el baile disfruta de la vida con libertad y sin ataduras. Alba Reche ha dedicado su corta vida siempre a los demás, lo que le ha hecho llevarse alguna que otra desilusión. Pero aún así, no pierde sus ganas de dar más de sí misma a todo el mundo. Y por culpa de eso también ha sufrido en el amor. Enamorada de la vida, se dedica a cantar y plasmar sus emociones en sus lienzos. Una es fuego. La otra una brisa de aire fresco. ¿Qué pasa cuando le das aire al fuego?

Natalia es una joven inspectora de policía de la brigada de homicidios con un futuro brillante, su vida da un giro de 180° cuando investiga un asesinato. ¿Qué harías si te enamoras de un asesino?

Si amas a alguien déjalo ir, si regresa es que es tuyo, si no regresa es que nunca lo fue. Pero... ¿y si esa persona aparece siempre en el peor momento?

Alba canta todos los viernes en un hotel madrileño. Natalia se aloja allí precisamente un día de concierto. Y no puede apartar los ojos de ese ángel que brilla en el escenario.

La familia Lacunza está destrozada desde un acontecimiento que habría marcado la vida de cada uno de sus integrantes. Natalia siendo la mayor es quien carga con el peso de la responsabilidad de la misma, sacrificándose y viéndose obligada cada día a cometer una serie de hurtos por ello. Alba Reche, a pesar de su corta carrera, es una de las mejores profesoras de la Universidad de Valencia, dedicada y amante de su trabajo contra cualquier pronóstico. Pero no todo es tan perfecto como parece, pues acaba de pasar por un duro golpe que le ha marcado hasta el punto de volverse tan dura como una piedra. Sin embargo, cuando Natalia decide tomar una especie de rol a lo Robin Hood dentro del Campus para aliviar su carga, nunca hubiera esperado que un par de ojos dorados descubrieran sus acciones a pesar de su discreción. Entonces se ve forzada a contar sus secretos más codiciados y es cuando Alba va a tener que elegir entre hacer lo correcto o sucumbir a su parte más empática. Créditos de la portada a: @pollitoencrisis vía twitter.