Nikearies-Lokilover
En el majestuoso, pero nostálgico, Salón Dorado de Asgard, el Dios del Trueno, Thor, ha urdido un plan para evocar un recuerdo perdido. Usando la mágica y melancólica melodía, Thor atrae a su hermano, Loki, a una pista de baile.
El Dios de las Mentiras, a pesar de su habitual cinismo, se encuentra incapaz de resistir el llamado de la música, que resuena con fragmentos olvidados de su infancia. Mientras bailan un vals lento, elegante y cargado de tensión, el recuerdo se despliega: la época en que la palabra "hermano" era un vínculo inquebrantable, no una herida.
A través del ritmo hipnótico, Loki permite que su guardia caiga. En los brazos fuertes de Thor, reviven la calidez y seguridad de los días en que Asgard era solo su hogar y Frigga aún estaba con ellos. Es una confesión silenciosa de que, debajo de las capas de magia, traición y dolor, el afecto simple y profundo de la infancia aún arde como un rescoldo.