MDiores
Severus aprendió a guardar silencio cada vez que James Potter se acercaba a él. Fingía calma mientras James hablaba sin parar de Regulus, sin notar cómo cada palabra le abría otra herida. Porque Severus lo amaba en secreto, profundamente, desesperadamente... y sabía que no podía ser correspondido.
Y lo más cruel era que tampoco podía odiar a Regulus. Él había sido la única luz en sus años más oscuros, el único que lo trató con humanidad. Sin saberlo, Regulus lo amaba en silencio, mientras observaba cómo Severus se rompía por alguien que jamás lo vería.
Así, entre miradas que callan demasiado y corazones que laten donde no deben, Severus descubre que amar en silencio duele y que el amor es raro ya que un corazón roto solo encuentra cura en el latido de otro corazón que se atreve a quedarse.