Cese al fuego
―Eres tan frío, Er-gege, heriste el corazón de este pobre... ¡Ah! La cuestión...― su respiración se vuelve irregular ―la cuestión es que siempre creí que me od-odiabas. Yy me frustraba saber que ¡Ah! Dioses... Todos mis intentos de establecer una amistad contigo habían sido en vano... Al menos hasta ese...― un suspiro...