No he podido dormir, de nuevo ese sueño no me da descanso, no entiendo que quiere decir. Solo él puede decirme que me pasa

Los cambios son inevitables. A veces uno pequeño se puede convertir en uno muy grande, en uno enorme o en un cambio monumental, bueno, el mío fue aún más grande que eso porque está implicado con la extinción de una raza: El ser humano. Inicio cuando mi familia y yo salimos del país a un sitio conocido como "El pueblo maldito de Ellicott City" y el sobrenombre no solo está de adorno quiero aclarar. Algo dentro mío cambio al solo cruzar los territorios de ese misterioso pueblo, desde el primer día sucedieron cosas inexplicables que no querían desaparecer y parecían seguirme a todos lados, ¡BUENO HASTA AL BAÑO ME SEGUÍAN! No lograba comprender lo que ocurría y las preguntas que más rondaban por mi cabeza, la que todo el mundo me hacía y las más importantes: ¿Qué era yo en realidad? y ¿Cuál era mi destino? Mi vida era tan normal hace unos meses, cuando ignoraba el comienzo de este embrollo que estaba por suceder en mi vida, por culpa del maldito cambio (Anteriormente se llamaba Descubriendo la verdad y actualmente está en edición. Espero esta nueva versión sea de su agrado. Gracias a las que siguen ahí apoyando esta historia, les invito a leerla y me digan que opinan)

Quién vuelve de un viaje no es el mismo que se fue. Valentina no dejaba de repetirse esta frase, la entusiasmaba muchísimo, ya no faltaba nada para al fin marcharse con su mejor amigo, su hermano Daniel. Este sería el tercer año en el que Dan trabajaría en el extranjero en verano, con el fin de ganar dinero extra, pero esta vez sería diferente, pues Val lo acompañaría ya que al fin cumplía con todos los requisitos. Ella jamás imaginó reencontrarse con aquella persona que tanto detestaba, aún peor, tener que compartir casa con Derek Baker en otro país. De haberlo sabido realmente hubiera preferido quedarse en casa. Prohibida su copia y/o adaptación parcial o total. Código: 1405100836471. Todos los derechos reservados Portada: estrelladacontra1D

Existe el olvido cuando realmente amas de verdad a una persona? Y si existe, como haces para poder vivir sin esa persona? Esta es la historia de Sabrina Diamond, una chica Locamente enamorada de un chico llamado Josh, que es un patan & mujeriego, ella tiene el corazon roto & malgastado, hasta que conoce a Kendall Schmidt, un chico tierno & guapo que le cambia totalmente la vida, el olvido existe, & esta novela te lo demuestra. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Sabrina Agüero 2013/2014 || Esta historia fue escrita hace muchísimo tiempo por lo cual no tiene ningún tipo de edición ni corrección ||.

Todo el mundo sabe el odio que hay entre Lucas, el chico guapo y popular, y Victoria, la chica más bien normal que cae bien a todo el mundo. Lo que nadie sabe es de donde nace todo este odio. Este año, se descubrirán muchos secretos y momentos que consideraban perdidos, y lo que nadie sabe, es que ambos comparten un pasado común. **** -Estoy bien, Chris, ya se me ha pasado... -¿Segura? Porque ahora mismo tienes la misma cara que una ardilla con la rabia... Me giro y le doy un golpe en el hombro por su comentario, aunque ha conseguido sacarme una sonrisa, porque se que lo ha dicho en broma para animarme. -Sí, bueno, si las ardillas fuesen verdes, claro está. Cuando acaba la frase Lucas se empieza a reír por su chiste. Lo mato, juro que quiero matarlo. Cuando me voy a tirar sobre él, Chris me vuelve a coger e intenta poner paz entre ambos. -¡Gilipollas! ¡Yo te juro que te mato! -Uhh, mira como tiemblo, sapo. En cuanto acaba la frase le miro a él y luego a Lucas. Ambos están tan sólo con una toalla, con el pecho al descubierto. Me fijo en que el pelo rubio de Chris está todavía húmedo de la ducha, y su pecho está muy cerca de mí, ya que no está seguro de que vaya a matar a Lucas. En seguida noto como la sangre me sube a la cara. Intento no fijarme mucho en el cuerpo de Chris. "Vaya cuerpo, dios mio... Este tío debería ir más sin camiseta..." -¿Sabes, sapo? Si lo que querías era verme desnudo, no hacía falta tanta comedia... Podías habérmelo dicho y nos duchábamos juntos, así ahorramos agua. Me guiña el ojo y se empieza a reír hasta que me suelto de Chris y le doy un puñetazo en la nariz.