Don't you call her baby. We're not talking lately. Don't you call her what you used to call me... A story in which a girl who writes songs falls in love with the boy who sings them. "Color...What a deep and mysterious language, the language of dreams." - Paul Gauguin. DO NOT PRINT MY BOOKS! *TW: story contains mature topics such as mental abuse, PTSD, minor drug usage, and minor sexual content.*

"De pronto me agarró del brazo. Me giré bruscamente. ¿Qué quería este chico ahora? -¿Y qué? ¿Has cambiado de opinión? -me preguntó. -No. -respondí seca. Él empezó a reír. -Vamos, tampoco creo que lo haya hecho tan mal... -seguía riendo. -Mira, ni tú ni tu música me interesáis. Esto ha sido tan solo una tarde perdida. -le solté, más borde que nunca. Ui ui ui... ¿Qué te pasa Isla? Acababa de conocerle y ya me estaba sacando de mis casillas. -Uau, mejor dejo que te vayas, a ver si el aire fresco te calma un poco. -respondió él sin verse afectado y con una sonrisa en los labios. -Genial. -me crucé de brazos. -Genial. -repitió el después de mí. Salí por la puerta y empecé a andar camino al coche sin siquiera comprobar que mi hermana me estaba siguiendo." No conocemos a la gente por accidente. Está claro que alguien se cruza en nuestro camino por alguna razón, ya sea porque tú tienes que aprender algo de esa persona, o porque esa persona va a aprender algo de ti. Las coincidencias conectan a la gente mediante el tiempo, hay todo un sistema de engranajes, palancas y poleas que no se ven a simple vista. Quizás, él sea la pieza que me falta. Quizás el sea mi coincidencia.