Josefine estaba lidiando con una fea situación... Qué tal si te enamoras de tu mejor amigo? Qué tal si él te quiere también? Pero si los dos estan demasiado asustados para darse una oportunidad...? Qué puede hacer Jo cuando su mejor amigo esta recibiendo todo lo que merece y ha trabajado tanto para conseguir? Acaso hay un precio que pagar por el éxito? *Comienza antes de que la banda se hiciera famosa, continúa hasta el presente*

-Sálvame por favor, sálvame de esta pesadilla. -Haría lo que fuera por hacerlo princesa. -Sácame de aquí, haz que se detengan... Haz algo. -Lo que sea por ti nena. ( ... ) -Yo sé como salvarte. -¿Cómo? Dime, por favor. -¿Confías en mí? -Sí, confío en ti. Novela Adaptada. Quise hacer está adaptación por que me gusto mucho la fic, espero que a ustedes tambien les guste.

Prólogo: Tom kaulitz, famoso guitarrista de una banda alemana, egoista y poco empatico con las personas. Se muda a una nueva ciudad para independizarse lejos de su hermano. Allí conoce a su nueva vecina, una chica autista que no tolera los ruidos fuertes. - ¿Puedes bajarle a tu guitarra? - - ¿Acaso eres la gerente? -

«𝗞𝗶𝗹𝗹𝗲𝗿𝗺𝗼𝗯» Tom kaulitz; era uno de los mafiosos más peligrosos de Berlín y toda Alemanía, Nunca nadie supo que el era el hombre encapuchado que hacía las maldades, se canso de eso y decidió huir con su hermano a algún lugar muy lejos, pero por problemas tienen que volver a Berlín y eso será lo peor, volverá toda su pesadilla de el pasado y no podrá escapar de las consecuencias. Britney Monsem; una joven nacida en Estados Unidos que vivió toda su vida en Alemania, no hace mucho que llegó por primera vez a Berlín y sin saber que sería lo peor para ella, empezo a trabajar en el casino "De sol a sol" Dónde uno de los dueños hará que su vida sea una verdadera desgracia. Aviso que está historia tendrá sexo, secuestros, tráfico de personas, violaciones, maltrato psicológico y físico, todos esos tipos de tema. Quedará en sus manos si quieren leerla o no. Está historia es completamente mia, espero que no me la roben ni digan que me la robe.