Los cuentos de hadas siempre tienen un final feliz. El príncipe encuentra a su princesa y la lleva en su corcel blanco a ver el amanecer por el resto de sus vidas. Pero ¿cuánto dura una vida? ¿Cien años o un día? No tuvo que luchar con dragones ni escalar la torre más alta, él encontró a su princesa en esa cama de hospital. No tenía cabello para arrojarlo por la ventana, solo una enorme sonrisa que le hacía soñar con su final feliz; pero su princesa no duró para vivir con él su «para siempre». ACLARACIÓN: Esta obra es un relato corto compuesto de frases y aforismos. No es una historia narrada por un niño. Todos los derechos reservados©

Magdala O. Armstrong "Moa" siempre ha estado enamorada de su amigo Tom Felton desde que tiene memoria pero el miedo al amor y a su rechazo la ha llevado a admirarlo detrás de una cámara, pues sabe que él está enamorado de alguien más, obligándose a alejarse de él. Pero la vida la odia. Felton reaparece en su vida y los sentimientos que consideró alguna vez pasajeros, se ven más fuertes trayendole tanto amarguras como dulzores, y no es la única. Tom está confundido. [Las personas que se mencionan en esta historia son figuras públicas por lo que no se busca arruinar la imagen del personaje en cuestión] [No tengo derechos sobre la obra de Harry Potter, estos pertenecen exclusivamente a J.K. Rowling] [Todos los derechos reservados] [Se prohíbe toda copia, adaptación o traducción de esta obra sin consultar antes con la creadora de dicha obra]