¡Señor, sí, Señor!
"-¿Qué tú hiciste qué?- grito.-Estas demente, hombre." Hannah Crowell tenía la vida perfecta. Todo lo que pudieran imaginarse: Autos, motos, la mejor ropa, los mejores zapatos, un cabello esplendido y uñas largas y bien pintadas. Claro que no se podía esperar menos en la vida de una hija única de padres divorciados en...
Concluídas