ESTA HISTORIA HA SIDO PUBLICADA POR EDICIONES CORAL Y ESTÁ DISPONIBLE COMPLETA EN AMAZON, Y A PARTIR DE ABRIL EN LIBRERÍAS. GRACIAS POR SU COMPRENSIÓN. LINK EN MI PERFIL Hay tres cosas en las que Dimitri Stepanov es realmente bueno. La primera, su capacidad de comenzar hablando de sí mismo en tercera persona sin perder el estilo. La segunda, ser capaz de mantener firme su natural desprecio hacia el género humano sin importar quién se le parara enfrente. La tercera, vender todo lo que sea remotamente vendible con nada más que su carisma y su inseparable móvil. El problema, bueno, es bastante simple. Sólo despójenme de alguna de estas cosas y me tendrán en serios aprietos. ¿Quieren saber cómo lo sé? Fácil, porque todo esta historia comenzó tras olvidar estúpidamente mi móvil en un taxi. Y todo, básicamente, se complicó aún más cuando éste cayó en las inquietas manos de la irlandesa. ¿Quién iba a creer hacía donde nos llevaría un inocente intercambio de mensajes? Yo sólo quería mi celular de regreso, pero por algún motivo que aún desconozco me vi enredado en su mundo. Un mundo tan distinto al mío que se volvió un enigma que debía descifrar, sobre todo porque ella nunca creyó que fuese capaz de llegar tan lejos por una palabra suya. *Todos los derechos reservados, no se permite ningún tipo de adaptación de esta historia*

Todo empezó con el nacimiento de mi sobrino, antes de eso yo estaba bien. Es decir, no excelente, pero razonablemente bien. Pero entonces llegó él con sus ademanes de chico bueno, su carita de ángel, sus chupetas, sus sonrisas enigmáticas, sus ojos color miel y sus verdaderos misterios; y fue cuando el propósito cambió por completo su objetivo. Yo sólo quería un bebé, ciertamente no necesitaba meterme en un gran embrollo para obtenerlo ¿verdad? Pero tenía que hacerlo al estilo de los Hassan, tenía que hacerlo complicado y volver la búsqueda del bebé un campo minado de malos entendidos. Y por supuesto que tenía que involucrar en el proceso al hombre de las chupetas, porque... ¿qué hay de interesante en lo convencional? ¡Nada! E incluso lo convencional quizá termina por ser la respuesta adecuada... o no.

Como bien dice el título, en este pequeño relato encontramos a una persona hablando de alguien. Muchas veces algunas cosas se suponen de antemano y con este texto intento demostrar que siempre hay mucho más de lo que vemos. Y que no existe tal cosa como una primera impresión, conocer a alguien requiere de una sucesión de primeras impresiones.

Cuando mi mejor amiga tuvo la idea de hacer una "colecta", supe desde el inicio que sería un pésimo plan. Lo que no sabía en verdad, era lo mucho que quería esa ayuda. Lo mucho que deseaba reconocimiento y lo mucho que estaba dispuesta a hacer por él. Pero, ¿venderme como novia improvisada? Eso era casi igual que prostitución. Aunque él nunca lo hizo ver de ese modo, quería un favor, sólo un favor a cambio de su gran muestra de generosidad. Y no pude más que decir que sí... Acepté actuar el papel de novia de Lucas Hassan, sabiendo que sin importar qué...nunca estaría a la altura de sus idílicas expectativas.