Mi Alfa
Omegas, tan lindos y sumisos. Pero no era el caso de ese Omega azabache, era hermoso, lo era, pero de sumiso ni el cabello de su cabeza. Cualquier alfa que busca su atención termina con una patada entre sus piernas. Pero al momento que lo conoció a "Él" ese Alfa sonriente y alegre, la cual lo rechaza de la forma más a...