Si piensas que ésta es la típica novela romántica cargada de lágrimas, ñoñerías y drama; vas muy desencaminado. Simplemente quería escribir algo diferente a todo lo demás. Siempre nos han hecho ver al amor como algo fácil, precioso, digno de admirar. Discrepo por completo. Nos tienen demasiado condicionados. El amor es difícil, arriesgado, radical y por encima de todo, doloroso. Muy doloroso. Porque, ¿existe alguien cuya vida nunca haya llegado a ser alterada por un amor imposible, no correspondido o simplemente un amor a distancia? Lo dudo mucho. El amor, tarde o temprano, nos acaba llegando a todos. Algunos lo buscan. Otros lo ansian. Y por último, están los que tratan de evitarlo con todas sus fuerzas. Amy Wyndsell es una de esas personas. Pero, como bien he explicado antes: el amor, lo deseemos o no, siempre encuentra el momento adecuado para atacar.

En la mayoría de historias se habla de la típica chica tímida, dulce y solitaria. Marginada por los demás por pura envidia. Ponemos a las chicas populares como personas con la vida solucionada, sin ningún problema al que enfrentarse. Pero yo creo que todos tenemos nuestros problemas y una vida diferente que contar, incluso esas chicas populares. Si, esas chicas que tienen padres perfectos, una familia perfecta, una larga lista de amigos, economía equilibrada lo suficiente como para darse los caprichos que ellas quieran, chicos detrás de ellas, un cuerpo de infarto, un estilo de lujo, autoestima alta...Pero os quiero hacer una pregunta ¿Estáis seguras de ello? ¿Nunca os habéis parado a pensar que a lo mejor también tienen sus problemas? ¿Qué a lo mejor solo intentan aparentar felicidad? Yo me lo planteaba y acabé viéndolo con mis propios ojos. Os quiero hablar de un chica popular, pero no una de esas pijas, si no de una de las MALAS. Quiero demostraros que incluso las más extrovertidas, influyentes y sobretodo MALAS tienen una historia que contar, como es el caso de mi querida Cher Bukowski. Cher no se esperaba que toda su vida saliera a la luz por culpa de un...bicho en su camino que no pudo aplastar o que no quiso aplastar.

Lou nunca llegó a olvidar a James y James pasó años preguntándose por Lou, a pesar de no olvidar lo que había pasado entre ellos, no se reconocieron estando uno frente al otro. Menuda ironía. Con el tiempo, será obvio que nuestra protagonista necesitará contar hasta diez y respirar hondo, antes de contestarle sin tener ganas de mandarle a la mierda, igual que lo será que a él le encantará hacerla enfadar. Además, podremos jurar que la tensión sexual que les envolverá se podrá cortar con cuchillo, y que se volverán, literalmente, locos el uno al (y por) el otro. De lo que es obvio a lo que juraríamos que sienten, nos harán sufrir, porque a estos dos cabezotas les costará creer en aquello que sienten; y tal vez cuando lo crean y lo digan, será demasiado tarde... o no. ✘Todos los derechos reservados por Safe Creative bajo el código: 1508084841469✘ Disponible en físico y próximamente en Kindle en Amazon: https://www.amazon.es/dp/1728869676