Mis Estúpidas Fantasías
La vida me enseño que puede ser una perra cuando ella quiere. Nunca hay que subestimar al destino, ya que puede traer muchas sorpresas. Yo soñaba con poder pasar el resto de mi vida con Elliot Malek, pero no se pudo gracias a mi y nadie más que a mi. Hace seis años deje lo que más amaba en el mundo, por una estupidez...