Elliot Britt siempre protesta acerca de los criminales, son unos torpes, una cierta desilusión; hasta los asesinos en serie y los cadáveres le resultan aburridos. Pero toda esta opinión acerca del mundo policíaco cambiará el 12 de enero de 1976, al recibir una llamada anónima de la cuál solo pudo escuchar un disparo. Al amanecer, se halló el cadáver de la mejor escritora de novelas de crímenes en los últimos años: Anne Gallahan. Para resolver el misterio, Elliot Britt deberá tener en cuenta que nunca lo que se ve es la realidad.