"Estás gordo, no tienes caderas, eres un mal omega y, sobre todo, pobretón. No estás a mi nivel." Las palabras de Yoongi destrozaron a Jimin, pero no lo derrotaron. Años después, Jimin ha renacido: es un bailarín exitoso, seguro de sí mismo y con un alfa a su lado. Cuando Yoongi lo ve de nuevo, el arrepentimiento lo consume. Un videoclip los obliga a compartir el mismo espacio, y las feromonas que una vez los unieron resurgen con fuerza. Pero Jimin ya no es el mismo... y Yoongi deberá pagar el precio de haberlo despreciado. Porque el precio de la fama... fue perder al único que realmente lo amó.