Ella se llama Rin Kagamine, tiene 16 años y va camino a Japón para reencontrarse con su hermano mayor, Len. Sus padres se habían separado cuando tenía siete años y desde entonces, la única forma en que se comunicaba con su hermano y su madre -quien se había quedado con su hermano- era por medio de e-mails y la ayuda de Skype. Ahora que su padre se decidía a rehacer su vida con otra mujer, Rin había decidido que era el momento de viajar. No porque odiara a su madrastra, sino que era el pretexto perfecto para vivir nuevamente con su único amor, su hermano. Advertencias: ○ Algunos personajes pueden tener personalidades que te hagan odiarlos y/u ofenderte. ○ Hay INSINUACIÓN de incesto ○ Esta NO es una típica historia LenxRin ○Habrá lemon e__e

Cuando uno se enamora es inevitable, no hay excusas ni nada para tratar de escapar de ello. Rin debería saberlo, pero se deja llevar por el remolino de pensamientos en su cabeza que la hacen tomar muchas decisiones, tanto malas como buenas.

Rin y Len son compañeros de clase, todo iba bien, hasta que llegó la clase de Historia, y a los rubios no les apetecía estar presentes en está "Cualquier cosa es mejor que esta clase, sígueme." Ambos deciden cambiar la clase de Historia por un momento de intimidad aparentemente improvisado.

『 ───Regresa a tu casa. ───Este es mi hogar. ───¿El océano? No lo creo. ───No, el mundo. 』 Muchas leyendas y mitos se quedan como simples cuentos fantasiosos en el razonamiento de la sociedad adulta; pero, y qué tal si por una vez, por un segundo... ¿Empiezas a creer? A él nunca le dijeron que soñar era de raros. Y si se lo dijeran ahora, lo tacharía de raro. Es por eso que besar el manjar de un misterio oscurecido por las olas del mar y mojado por la fogosidad de su unión suena tan atractivo. ¿No?

Por que eres el único que logro hacerme sentir que realmente importo...

Ya viene el lobo... será mejor que te cuides.

[EDITADA] ─Yo te amo─ pronuncio en voz alta, respondiendo las palabras del Padre, con una sonrisa dolida. ─Y supongamos que yo también─ toma mi mano y coloca la argolla en mi dedo anular. ─¿Por qué mientes?─ fueron las únicas palabras sinceras que podría sentir y que sólo él escucharía. ─No mereces mi sinceridad─ yo, su ahora esposa, repito las acciones en él, mientras que mi marido hace evidente que intenta a toda costa no decir o hacer algo comprometedor. ─¿Y qué hay de mí?, ¿qué pasará conmigo? No amas a nadie más─ incluso yo dudo de esas falsas palabras, al mismo tiempo que todos celebran su unión. ─Supérame─ besa con ímpetu y asco sus muertos labios, sabiendo que ya no oirá su "dulce" voz nunca más. Se amaron desde la cuna y jamás dejarían de hacerlo, pero no había nada santo en ese amor. No podía florecer. Tienen vidas hechas, futuros escritos. Pero, estar separados, para ellos, no es una opción. Podrán tener esposos, hijos, nietos, reinos... ¡Lo qué tú quieras! Pero si no se tienen el uno al otro, no les interesa. Aquí la cuestión es, ¿de qué lado estarás?

" ─Soy más inteligente que tú. ─¿Quieres apostarlo?". Moraleja: No apuestes tu virginidad.

[EDITADA] Pensamientos contradictorios. Blanco y negro. Dos lados de la misma moneda. ¿Cuánta mierda debes aguantar? Demonios, ángeles, humanos... Son todos lo mismo. "Si no soy feliz en vida y mucho menos en muerte... ¿Qué chingados?" Un ser dividido en dos, amándose entre sí, ¿por qué se empeñan en hacerlos infelices? Demonios y ángeles juntos, es la receta para preparar un ser humano, ¿cuál es la diferencia? "Sólo siento amor, no hago nada malo..." "¿Estamos haciendo algo malo?".

Posdata... No te vayas