Qué mejor que una reunión con los mismísimos Hermanos Cash y los Hermanos Hidalgos? nada, verdad. Todo era risa, bromas y comida. Nada podría salir mal, no?. Bueno, eso pensábamos todos hasta que lo siguiente pasó. La noche estaba tranquila, solo el ruido de la película «Nunca digas si nombre» Pero... Después todo se volvió sustos, gritos, miedo. Estábamos todos confusos hasta que vi esos ojos... Esos que nunca olvidaré en mi vida...

Tras un accidente donde perdió a su familia, Sam Curtis huye de su hogar. El único sitio donde sabe que puede encontrar seguridad es en Crestan, la famosa escuela de élite para jóvenes varones. Aquí conoce a Vincent y Tristán, los dos chicos que gobiernan la escuela. Estar en la mira de ambos al no elegir un bando es el menor de los problemas de Sam. El problema más grande es intentar guardar su secreto cuando conoce tan poco sobre los chicos. Sam no debería ser parte de Crestan. Y, en definitiva, no debería demostrar sentimientos por un chico. Sin embargo, no puede evitarlo porque... Sam Curtis es una chica. Si logra pasar desapercibida y mantener su secreto a salvo el tiempo suficiente, podrá seguir alejada del mal que la espera en casa. ¿Logrará Sam conseguir la libertad que tanto ansía para ella y su hermano?