HistoriasConArte
En una época de grandes transformaciones, donde la luz y la oscuridad se entrelazaban en el vasto lienzo de la vida, un hombre, Joaquín Sorolla, emergía como un faro de expresión y sensibilidad. Nacido en Valencia en 1863, y huérfano desde joven, Sorolla encontró en el arte un refugio y una voz.