ElizabethGaviriaPia0
Eliot aprendió desde niño a callar lo que sentía. Entre voces que no lo dejan dormir y un vacío que se agranda cada día, su refugio es el silencio... aunque a veces ese silencio lo devora.
André, en cambio, parece cargar con heridas distintas, invisibles a simple vista. Dos caminos marcados por la incomprensión y el dolor se cruzan en medio de la rutina, en un lugar donde nadie espera encontrar compañía.
No es una historia de amor. O quizá sí. Es la historia de dos adolescentes que, sin buscarlo, descubren en el otro un espejo, una grieta y una chispa de esperanza.