Mariapaz1939
Bajo este título incluyo a todos los seres vivo: el reino vegetal animal y por supuesto
los humanos; a los demás seres que nos rodean, considerados inertes no se les puede atribuir ninguna osadía, están ahí porque alguien los puso y cumplen una función sin poner nada de su parte.
En los vegetales se aprecia muy claramente esa tenacidad por mantenerse con vida y el esfuerzo por cumplir su ciclo vital, a veces en las peores condiciones. Son las leyes de la naturaleza, decimos, ya sabemos quién pone estas leyes, su creador. Los que se interesan por el estudio de la vida vegetal encuentra un campo inagotable donde indagar, no sólo en la cantidad ingente de especies también en las características de cada una de ellas pues todas poseen una singularidad propia, sin embargo coinciden en algo: nacen, se reproducen y mueren. Es curioso que hasta que no han cumplido su ciclo vital lucha por mantenerse vivas, aún en condiciones muy adversas, a veces cuando ya parece que han muerto surgen de nuevo en un pequeño brote. Estamos tan acostumbrados a ver estas cosas que ni nos paramos a pensar en el gran misterio que encierran.
En reino animal la maravilla se amplifica, las especies animales, tan diversas, vuelven a coincidir en un mismo intento: cuidar la vida y transmitirla a sus descendientes. También las plantas transmiten la vida mediante las semillas, pero en los animales la ley de la trasmisión de la vida supone una implicación infinitamente mayor. Es enternecedor ver a las aves dedicando su tiempo a buscar alimento para sus polluelos y tomar todas las precauciones para mantener seguro el nido; igual comportamiento se puede observar en los mamíferos y en general en todas las especies animales, porque todas han sido creadas para la vida y cumplen automáticamente la ley que le ha sido impuesta.