barbaralihn
Nunca le pusieron nombre. Siempre fue "Esto". Siempre supieron que "Esto" era una historia con un único fin. "Esto" era predecible y, como toda buena historia, estaba cargada de matices intensos, de risas y de ansiedad. Ella sabía que sufriría, porque el destino la llevaría a recorrer escabrosos lugares donde lo perdería todo o, porque, sin la necesidad de esa trágica visión de mundo, tendría que dejarlo. Dejarlo a él. Por otro lado, él sufriría el triple: por él, por ella y por quien era su esposa. No se lo había dicho, pero ella lo intuía.
Al final, "Esto" se acabó. ¿Cómo poner fin a algo que no tiene nombre, identidad o raíces? Lo cierto es que ellos deciden separarse.