Moon_Ash7
A veces amar a una persona rota te rompe en pedacitos, aunque no sea culpa tuya.
No todo fue dolor... existieron momentos tan bonitos que hasta ahora cuesta soltarlos: risas que se sintieron como hogar, caricias que calmaban más que mil palabras, y miradas que hacen creer que esta vez sí iba a ser diferente.
Mateo y Laia vivieron algo que parecía amor, pero que estaba lleno de vacíos, sombras, promesas rotas y silencios que dolían más que los gritos. Intentaron salvarse, pero uno de los dos terminó hundiéndose cada día más.
Ella lo dio todo, porque cuando quiere, lo hace sin límites, sin filtros, sin miedo.
Y aunque terminó con las manos vacías, después del incendio, no quedó hecha cenizas, quedó más viva, lista para florecer.