AnaKarenRomanRuiz
Lo siento, Tae, vives en el mundo donde ganarás más mientras más pierdas.
Pero la ganancia será la prueba de que supiste perder.
Mis razones para conocerle variaban entre todo lo que me hizo feliz y lo que no. Cuando conocí a arbé pensé cosas muy peculiares. Su manera tan violenta de sonreír era casi una bomba para mí ser. Su mirada cautivaba mi alma, cautivaba mi vida, parecía que me invitaba a sonreír más de 15 veces por día.
Descubrimos echados en el pasto la naturaleza cruel y hermosa de la vida.
La aventura de conocerle se hacía cada vez más impresionante, todo lo que vio, todo lo que conoció, todo lo que sintió... Arbé siempre estuvo cerca de mi, y yo no lo sabía.