Vocalista Stories

Vera é a vocalista de uma banda de Rock chamada Sinful e Alice é uma baterista iniciante, sua banda chamada Sacred é a nova aposta da gravadora Vórtex. O problema é que a Vortex nunca teve um casal homoafetivo antes, a mídia ainda é cruel com casais sáficos, Alice é nova e sabe que vão dizer que está surfando na fama de Vera que é uma roqueira consolidada. Porém, elas não terão tempo de pensar sobre isso porque algo ou alguém, parece estar tentando destruir as duas bandas sem se importar no quantos elas lucram para a gravadora. Nesse cenário de música, amor e conflitos, as duas vão perceber que uma melodia pode ser fatal e isso significa que você precisa aprender a revidar para não ser enterrado ou poderá morrer afogado no próprio sangue. Literalmente.

- Luca - Cabello castaño claro, siempre un poco largo, despeinado con intención. Ojos marrón claro, de esos que parecen tranquilos pero esconden tormentas. Chaqueta de cuero, camiseta negra. Voz rasposa, media sonrisa constante, mirada afilada y un andar seguro que decía yo no juego, yo ardo. Era el frontman de una banda de rock local, guitarra al hombro, cigarro entre los labios. Vivía entre escenarios, acordes sucios y noches que no empezaban antes de la medianoche. No buscaba a nadie. Nunca lo había hecho. El típico rompecorazones que no promete nada, porque no necesita hacerlo. A las chicas les encantaba intentar descifrarlo. Ninguna lo había logrado. Nunca se quedaba. Nunca hablaba de más. Lo único que lo hacía vibrar de verdad era la música. Todo lo demás... era ruido de fondo. - Olivia - Por el contrario a él, era una tormenta envuelta en luz. Cabello rizado y sonrisa fácil, divertida pero con ese filo sarcástico que desarmaba. Tenía algo que te hacía mirarla dos veces, sin saber si querías protegerla o rendirte a ella. Encantadora, impredecible, brillante. La veías y parecía tranquila, una chica de casa, dulce. Pero bastaba una conversación para descubrir que también podía volverte loco. Feliz, luminosa, un poco loca, sí... pero real. Y cuando reía, el mundo se detenía un segundo. Y claro, Luca la vio. ¿Cómo no iba a hacerlo?