A sus 18 años, Paul McCartney debía, como todo chico de su edad, buscar trabajo. Inútiles fueron las súplicas a su padre para que lo dejara seguir el camino de la música, pues argumentaba que no eso no le daría de comer. Así que, quedándose sin opciones, decidió probar suerte en ese nuevo y tan promocionado circo que acababa de llegar a la ciudad... Historia escrita junto a Ali_McCartney