No voy a decir que no soy la típica chica, porque sé que lo soy, y tampoco voy a pretender que mi vida es complicada y es muy difícil ser yo, pero hubo un momento en el que todo fue un torbellino de emociones que no supe controlar. Y como buen ser humano, la cagué.
No me arrepiento de nada, pero está es la historia más emocionante que podrás encontrar y al mismo tiempo te hará dudar si quisieras estar en mi lugar. Mi historia aún no termina, pero vas a saber cómo empezó todo esto, y estará tan desordenada como lo es en realidad. No hay prisa, poco a poco lo entenderás.
Hombres hay muchos, pero pocos valen la pena, y yo, al igual que muchas otras mujeres y uno que otro homosexual, lo aprendí de la peor manera.