"Golpéame"
"No."
"¡Lastímame!"
"No."
Red no lo entendía. No comprendía absolutamente nada. El sentimiento en su alma que le hacía sentirse perdido se multiplicó, haciendo que llevase una de sus manos a su torso donde, debajo de una muy gruesa chaqueta se escondían decenas de cicatrices.
No entendía aquello. Papyrus, su hermano siempre había lastimado y abusado de él, pero Red estaba seguro de que él le quería, ¡era obvio que aquellas veces que le había roto los huesos había sido por amor!
Pero ahora que veía a Sans negar con la cabeza, con su rostro sombrío supo que algo andaba mal.
Por un momento temió que el esqueleto de pantuflas rosadas fuese a abandonarlo y no pudo evitar tensarse, pero, ver al comediante sonreírle de manera cansada más aún así siniestra supo que no era así. Respiró aliviado.
"Sans..."
"No te preocupes, Red." Murmuró el Sans del universo original, chocando sus dientes con la frente ajena. Él no estaba del todo enterado de lo que su pareja había pasado por su verdadero hogar, pero sabía que jamás permitiría que volviese ahí. "Yo te enseñaré a amar de verdad."
Advertencia: Esta historia contiene temática de amor homosexual (Hombre/Hombre), Sanscest (UT!Sans/Underfell!Sans), Escenas Sexuales para adultos (Habrá mucho salseo) y pensamientos erróneos acerca de cómo funciona una relación.
Undertale no me pertenece. Underfell tampoco me pertenece. La trama de ésta historia está basada en un cómic.
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.