Tras dos horas cortando el cuerpo, limpié el lugar y drené las partes en la tina del baño de mi padre. Guardé todo en una bolsa negra, salvo una parte de ella. Salí en mi auto con mi difunta novia en la parte trasera, y me dispuse a ir hacia el canal de desagüe de la ciudad, lugar donde arrojé la evidencia. A lo lejos vi cómo se perdía y me despedí antes de que desapareciera por completo.