La sed de venganza puede envenenar hasta el corazón más noble. Frederick no solo ha perdido a su mejor amigo, ha perdido su vida entera a manos de alemanes sedientos de sangre inocente. Su propósito era ayudar a cuanta gente pudiera, llevándose a cualquier nazi que se atravesara en su camino. Las esperanzas de una nueva vida florecieron con la llegada de los aliados. Esperanzas que fueron arrebatadas por ellos mismos, al comportarse igual o incluso peor que la gente que tanto aborrecía. Ahora los alemanes están en las mismas condiciones que los encarcelados en los campos de concentración, y Frederick tratara de protegerlos a ambos. Creditos de la portada para: @TroubleMakerSM