A punto de cumplirse un año de la muerte de toda su familia Sara sigue ahogando sus culpas en antidepresivos y soledad, totalmente perdida dentro de un mundo, el de las altas finanzas, que le viene grande. Decidida a dejarlo atrás, no sospecha del enemigo que tiene más cerca de lo que cree, y el día que vuelve a encontrarse cara a cara con la muerte descubrirá que a su lado tiene un ángel de la guarda. ¿O será tal vez un ángel caído?