El silencio era lo que ella más odiaba y él era puro silencio. Ella era música, vivía la vida despreocupada, no le importaba el futuro, vivía el hoy. Él en cambio era muy organizado, prolijo y sabía muy bien lo que quería aunque le costara el amor de su vida. Así fue como Dan y Mila, siendo tan distintos lograron ser uno hasta que sus sueños se interpusieron.