Las estaciones cambian, las calles se tiñen de color gracias a las pequeñas flores que caen sin cesar desde la cima de aquellos hermosos arboles de cerezo, mis favoritos. Una fresca mañana, mientras estaba inmerso en mis pensamientos viendo desde mi puesto como caían las flores, lo vi llegar. Una fresca mañana de primavera lo vi cruzar por primera vez aquella puerta.