"Amar no te mata, pero cómo duele". La primera vez que me hablaste yo apenas recordaba tu nombre, tú eras capaz de decir un te amo a pesar de no conocerme y yo apenas podía pronunciar un hola. Quizás el conocerte fue solamente coincidencia, tal vez no debí dejarme llevar, creo que eso fue mi único error. Logré amarte consumiendo una dependencia que se vio expuesta cuando tus mentiras salieron a la luz. Y no puedo evitar detestarme en el proceso de superarte. No logro dejar de pensar en ti, sabiendo que tú no piensas en mí. Y a pesar de que soy tan joven y tan solo fueron unos años, creo que este dolor me acompañará gran parte de mi vida, y no porque eres tú, no porque me engañaste, si no por todas las acciones que yo permití solo por creer que podías amarme de la misma forma. Finalmente te estoy dejando ir, escribo cartas que no te dedicaré, plasmo mis sentimientos en rimas que quizás no lo sean, pero como logran darme paz en el alma y logran calmar el dolor de mi corazón, tal vez a alguien le ayuden un poco estos escritos salidos del alma.