Aaron Hotchner intenta encontrar a la persona que ha estado descuartizando cuerpos por todo Chicago. Se ve sumido en su objetivo, rastreando a dicho asesino, e intentando con pocas expectativas buscar a la persona que ha matado en su totalidad a veinte hombres, y quien también ha dejado la misma pista de siempre: "Hotch" Entre indirectas en asesinatos sangrientos, mensajes ocultos, cartas sin emisor y con los demás casos de la UAC; Aaron descubre que todo lo que había estado estudiando sobre los asesinatos de dichosa persona, no eran más que señales de atracción hacia su propio ser. Aquella persona que cometía tan peculiares casos, no hacía más que dejarle en claro lo que quería: Aaron Hotchner. Y Hotchner recibiría lo que buscaba, de la manera más policíaca.