Weimar: La ciudad donde nació nuestro amor
4 parti In corso Danyel Arriaga tenía un destino.
Ser una estrella del fútbol.
Brillar en el campo, ganar títulos, hacer historia.
Pero la vida le metió una patada en el trasero y lo mandó directo a Weimar, Alemania.
Ahora está atrapado en una ciudad donde todo es gris, el idioma suena como si la gente estuviera peleando con su propia lengua y el sol parece haber renunciado a existir.
Y como si su vida no fuera lo suficientemente miserable, su beca universitaria lo obliga a hacer algo aún peor que socializar:
Entrenar a un equipo de niños pequeños.
Niños insoportables.
Niños apestosos.
Niños que no saben ni correr sin tropezar y que, de alguna manera, son el peor equipo de la liga infantil.
Antes, era fuego. Ahora, es hielo.
Frío, distante, seco, tan helado como el invierno alemán.
No le interesa hacer amigos. No le interesa socializar. Y definitivamente no le interesa enseñarle fútbol a un grupo de mocosos que confunden un tiro libre con un penal.
Y entonces, llega ella.
Lena.
Complicada. Intensa. Con una mirada que parece verlo todo y un cabello que, por alguna razón, lo vuelve loco.
La conoció en el avión rumbo a Alemania.
Un momento vergonzoso para ella. Divertido para los demás. Inolvidable para él.
Porque, por primera vez en mucho tiempo, su corazón-ese que creía muerto-latió.
Nunca la habría notado.
Nunca se habría fijado en alguien como ella.
Nunca habría imaginado que sería la única capaz de romper su hielo.
Pero el destino no se equivoca.
No importa cuánto reniegue, cuánto luche, cuánto intente convencerse de lo contrario...
Siempre iba a terminar en Weimar.
Siempre iba a terminar en ella.