"Hubo un tiempo en el que para El Escritor todo era arte.[...] Pero ahora, cuando a su muñeca le faltaba aceite y sus arrugas se veían más pronunciadas, el escritor sentía pereza por cualquiera de estas actividades. [...] Entró a ese minúsculo cuartito que en un tiempo había servido para guardar escobas y otros artículos de limpieza pero que hace décadas había destinado a lugar de cura para cuando la inspiración ya no le brotaba naturalmente." El Escritor oculta tras esas cuatro paredes blancas los secretos más profundos. Allí la magia es real, allí nadie es demasiado viejo.