El próximo Kazekage miraba por la ventana de su oficina los preparativos para nombrarlo oficialmente, recordaba uno de esos días en que el odio dentro de él ganaba el control sobre sus actos. Su padre había salido en una misión diplomática al país del rayo, el tío Yashamaru volvía de su misión y su pequeña hermana de siete años se había quedado a cuidarlos a el y a Kankuro.