Kookmin, algunxs dicen Jikook, pero no, porque el nombre de la pasiva va después.
A Jimin le obligan a ver que todo lo que creía en su vida era una mentira bien armada por sus secuestradores, saliendo del lugar en el que vivía y siendo enviado a su verdadera casa, donde su familia todavía lo espera después de nueve años de estar desaparecido, vuelve para reencontrarse con chicos bastante extraños que lo reciben con los brazos abiertos.
El pequeño Jimin, creía que por ser casi mayor de edad, no iban a seguir dándole órdenes, pero se da cuenta lo equivocado que estaba cuando aquél chico de las zapatillas celestes le sonreía de esa manera tan manipuladora.