- ¿Es verdad?- Sentí mi cuerpo tensar, esto no podía estar pasando. -Eso quiere decir que, ¿Te gusta Onodera? Miradas y sonrisas maliciosas sobre mí, mi corazón latente y mi cuerpo queriendo escapar, a pesar de aquel desastre por el que me sentía pasar, logre distinguir tu par de esmeraldas esperando ansioso lo que podría decir. ¿Qué más debía hacer? Era la única manera. - ¿Onodera Ritsu? Lo odio.