Me llamo Shara, tengo diez años y muchos secretos, decenas de ellos, miles incluso. Uno de los más importantes es la capacidad que tengo de soñar despierta. Sí, para algunos es algo normal o algo raro, de no ser porque todo lo que imagino se vuelve real. Por ejemplo, ahora estoy con mi amiga Dalia, una elfa. La cree fuerte, con mucho carácter y una personalidad irascible. Es una maga, de esas que lanzan conjuros, pero también es una guerrera como las que luchaban con espadas en la edad media. Ella existe de verdad, apareció un día en mi casa buscándome. Fue mi madre quien le abrió la puerta y la reconoció. Vive con nosotros y nos cuida, juega conmigo a todo lo que quiero y escribimos juntas. Estoy pensando en imaginar para ella un novio, alguien tan fuerte como ella, pero sé que no quiere, por eso lo hago en secreto. ¿Soy mala por no querer que esté sola?