Quien diría que ya han pasado más de 2 años desde que me sentenciaron a estar encerrada en este maldito loquero porque me veían como un "potencial peligro para la sociedad", pero gracias a las insistencia de Harrison en lugar de ir a una cárcel de mujeres,como se supone que debería ser, me mandaron aquí a causa de que él expuso mi caso de estrés extremo para explicar comportamiento. Aunque en cierto modo más que un castigo esto ha sido un tiempo de iluminación, me ha permitido abrir mi mente a nuevos horizontes, mis compañeros están desquiciados, y si antes no estaba loca, crean me cuando les digo que ahora si lo estoy.