"La gente estúpida como tu existe para hacer lucir a otros mas inteligentes", eso es lo que Angelica siempre le decía a su enamorado, Ciro. El solo se reia en silencio y la observaba. Esos sentimientos contradictorios lo hacían sonreir todas las mañanas. Cada vez que la mira, a aquel arcoíris oscuro, su pecho duele y sus palabras no salen. En cambio, ella era fría, sarcástica del modo molesto, arrogante y quisquillosa. Se quejaba de todo. Las quejas eran solo una excusa para dirigirle la palabra a el. Ocultaba sus sentimientos porque tenia miedo el rechazo. Intentaba alejarlo a el con sus palabras irientes, esperando que sus sentimientos desaparecieran. Pero el seguía pegado a ella sin importar que, al igual que un iman.
Eran las piezas del puzzle incompleto