Sokka se enamoro de una hermosa princesa de cabellos de plata y ojos de zafiro, pero el destino fue cruel y los separo. Sin embargo, Sokka nunca dejó de pensar en ella. Siempre la veía reflejada en la luna y Yue, siempre estaba con él, mirándolo de día y de noche, hasta el último de sus suspiros...