—¿Sabes?— susurró Hermione con una tenue sonrisa, agarrándose fuertemente de la camisa de Draco. El rubio tenía sus ojos llenos de lágrimas y temblaba en espasmos, ella acaricio su mejilla con el dorso de la mano haciendo que cerrara los ojos—. No hay nada mejor que morir en tus brazos. EN EDICIÓN.All Rights Reserved