A Sofía le gustaban mucho las flores, quizás demasiado. Siempre repetía la frase de Freud: que las flores eran apacibles para mirarlas, ya que no tenían ni emociones ni conflictos. Ella decía que las tenía envidia. Que quería ser una flor. Hermosa e incapaz de sentir. © shysticalAll Rights Reserved
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