El trato era simple. Necesitaba su ayuda y él la mía. Si todo iba de acuerdo a mi plan, tendría la mejor nota de la clase. Solo iba a tener que darle unas clases de inglés y él darme unas de Matemáticas. Pero, ¿Quién iba a decir que iba a empezar a verlo como algo más que un simple tutor?