Y ahora lo diré.

Tal vez, cuando se dio cuenta de lo realmente ocurrido, quiso decir algo para cambiar las cosas, sabiendo que ya era demasiado tarde.
Tal vez, bajo aquel cielo de estrellas fugaces, ella quiso decirle algo a aquel chico de ojos oscuros y pelo castaño.
Tal vez, en aquella tarde de verano, cuando él recibió la noticia de que su madre se había ido, le brotaron en la cabeza un sinfín de palabras y frases que siempre quiso decir.
Tal vez, ese día en el que vio como su amiga lloraba desconsoladamente por su culpa y traición, quiso con toda fuerza decirle algo para arreglar las cosas.
Tal vez, siempre quisimos decir algo, pero ni el destino ni nosotros ni nadie nos lo permitió.