Todo era absolutamente rutinario en su vida. El trabajo, las amistades y la familia no destacaban en nada para su perspectiva, era un simple ser humano en busca de una salida a la monotonía y por mucho que la buscara, no hallaba ni un rastro o pista. Bueno, por lo menos hasta que lo conoció y entonces, descubrió que una sonrisa puede poner de cabeza tu vida. Y es que Dios, cómo amaba su sonrisa.