Querida Pequeña

Alex se creía la bomba, no solo por ser la persona mas dichosa de su institución si no por que siempre tenia a una fila de chicas sedientas atrás de el, Claro siempre había una excepción esa excepción se llama Sam Neil era esa típica chica con lentes que prácticamente eran mas grandes que su cabeza, un cabello castaño que le llegaba hasta la cintura, piel blanca, Unos hermosos ojos marrones que te derretían cada vez que la mirabas. Concluyendo Sam Por decirlo así es el sinónimo de perfección no solo por sus grandes notas en clase, también por su adorable y hermosa cara.

Alex no se fijaba en esto ya que pensaba que tenía cosas mas importantes como el juego la NFL ir a jugar videojuegos con sus amigos o ir de fiesta en fiesta persiguiendo a Melanie. Alex estaba pérdida mente enamorada de ella.

Sam caminaba por los pasillos de su institución, Alex corría con el balón de baloncesto en sus manos. Alex no se percato de Sam y cayeron uno encima de el otro.

Sam se sonrojo ya que nunca le había pasado esto.

-Lo siento- Dijo Alex con cierta pena

-No te preocupes, a nadie le pasa esto pero puedo ser la primera-Dijo Sam sin preocupación.

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